Reflexiones sobre la "REDENCIÓN"
“REDENCIÓN”
IMPLICA VIDA,
DIGNIDAD, FRATERNIDAD, HONRADEZ, TODO LO QUE HUMANIZA
–
Redención es vida (superación de las carencias
básicas), en contra de pobreza, enfermedad, muerte; es dignidad (respeto a las
personas y sus derechos) en contra del irreconocimiento y desprecio;
–
es libertad, en contra de opresión;
–
redención es fraternidad entre los seres humanos,
configurados como familia, lo que se opone a comprenderlos,
darwinistamente, como mera especie;
–
redención es aire puro, que pueda respirar el espíritu
para moverse hacia lo que humaniza (honradez, compasión, solidaridad, apertura
a alguna forma de trascendencia), en contra de lo que deshumaniza (egoísmo,
crueldad, individualismo, arrogancia, romo positivismo).
RECONCILIACION
•
Otro
de los términos utilizado como corolario de la redención, como uno de sus
resultados, es la reconciliación.
•
En
sí, el término remite a una separación a la que pone fin, a una ruptura que se
supera supuestamente. En el contexto cristiano se piensa en primer
término en la ruptura con Dios y, por tanto, en el pecado, que supone el perdón
de Dios…
•
Pero
el que dice filiación en relación con un padre dice fraternidad con respecto a
todos aquellos que dependen de su paternidad. La salvación en cuanto
reconciliación con Dios es inconcebible sin la reconciliación con los hermanos.
•
La
necesidad de una reconciliación de los hombres con la naturaleza, con su
mundo. Sin ella, como recuerdan las campañas ecologistas, no hay
posibilidad de salvación para los seres humanos.
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Existe finalmente una reconciliación que no
cabe olvidar sin más: es aquella por la que estamos en paz con nosotros mismos,
liberados de la ansiedad, capaces de no desfallecer como consecuencia de
nuestras propias insuficiencias y errores cotidianos, y serenos ante la
realidad, sea cual sea.
HAY UNA LUGAR DE REDENCIÓN
•
La redención es concreta. Hay que recordarlo ante el
peligro de “universalizar” a-históricamente el concepto de redención.
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Qué sea
salvación será comprendido de manera diferente en barrios residenciales de
París e informes de las Naciones Unidas, y en los suburbios de Sao Paulo o
Santo Domingo , de Flores , Once o Constitución, o Montevideo, o Lobito…
•
No se puede presuponer que, desde un lugar
supuestamente universal, se las puede comprender de forma adecuada y jerarquizar
su necesidad y urgencia.
•
Esto lleva a la pregunta por el lugar en que se
teoriza la redención, tarea hoy importante, pues la globalización, en cuanto
ideología, busca llevar a pensar que la realidad del mundo es sustancialmente
homogénea, y que, por lo tanto, no es necesario preguntarse por el lugar “más
adecuado” para saber qué es redención ni para saber qué es ser humano, qué es
esperanza, qué es pecado, qué es Dios.
Tenemos que dar la máxima importancia a determinar el
lugar adecuado que lleva a conocer la verdad de las cosas. Ese lugar es
el mundo de las más excluidas.
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La condición necesaria para esa redención es abajarse,
aunque sea análogamente, al abajo de la historia.
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No se puede
estar abajo sin algún tipo de abajamiento real y de compartir realmente
la pobreza.
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Es don de Dios, sin duda, cómo al lado de ellas, en
cercanía y servicio a ellas, se nos ilumina y revela el significado más hondo y
menos banal o previsible de palabras y gestos
Terminamos
con unas palabras de Monseñor Romero que recogen la tesis central de estas
reflexiones:
“Entre los pobres quiso poner Cristo su cátedra de
redención” (Homilía del 24 de diciembre de 1978).
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